Hace tiempo que me apetecía muchísimo recuperar este tipo de mueble, una alacena años 60, y por fin llegó Bea con uno que llevaba en casa toda la vida.
A mi ya me encantaba sin tocarlo, pero es cierto que tenía arañazos y otros daños que había que reparar.
Estos muebles tienen un encanto especial para los que hemos nacido en los 60, a mi me recuerda un poco a cuatro onzas de chocolate con pan y a botes de cristal llenos de caramelos y galletas que no podíamos tocar.
Ese click al cerrar la puerta siempre despertará en mi una sonrisa infantil.. no lo puedo evitar.
Ahora Bea quería recuperarlo para su nueva cocina, así que vino un día al taller y elegimos el color que mejor iba con el resto de la decoración, color calabaza. Decidimos que un acabado en esmalte Versalles era el color perfecto.
Empezamos retirando todos las bisagras, tiradores y cierres oxidados, que ponemos en vinagre para limpiar. Una vez secos los dejamos en una caja con aceite de vaselina para lubricar las juntas y muelles.
También tuvimos que enrasar las patas, ya que estaban hechas en dos piezas, aprovechando el larguero lateral y añadiendo una cuña para dar forma a la pata.
Retiramos el techo del mueble y cortamos otra pieza exactamente igual. También cortamos la base del compartimento más dañado, y una vez esmaltado lo encolamos en su lugar.
Las bases y frentes de cajones también han sido desmontadas para facilitar la manipulación. Cuanto más desmontemos, trabajaremos mucho más rápido y limpio, y eso se nota en el resultado final.
Hacemos una mezcla con un tensoactivo rebajado en agua y unas gotas de amoniaco y aplicamos a toda la superficie con un abrasivo intermedio para nivelar los desconchones, pero sin empapar.
Una vez seco neutralizamos y dejamos la superficie lista para esmaltar, como se ve arriba, a la derecha de la imagen.
Muchos de estos muebles están hechos de aglomerado y se golpean e hinchan con la humedad. Es muy difícil arreglar esto, pero tampoco podemos sustituir un frontal por otro nuevo porque se notaría.
En otros casos como en las patas, a veces al moverlos sufren desgaste las patas, o también roturas como esta, que reintegramos con soporte de clavos para fijar la resina.
Decidimos mantenerlos y encolar, estucar y prensar las puertas y cajones con este problema para recuperar el volumen inicial.
Cada pasada de esmalte aprovechamos para corregir el volumen con lija de agua. Necesitamos al menos 5 manos, puliendo entre ellas para conseguir un acabado sedoso perfecto.
Al acabar pulimos con estopa fina y montamos todos los elementos perfectamente limpios.
Muero de amor literalmente cuando lo veo terminado. ¡No me puede gustar más este sonido!
Os dejamos algunas fotos finales del trabajo.
Si quieres hacernos algún comentario nos encantará leer tu opinión. Si quieres consultar nuestros talleres este otoño escríbenos a info@localhost.
gracias por este tutorial. Tengo uno parecido por arreglar, me pongo a ello, aunque ya veremos como me queda a mi.
Seguro que estupendo Silvia! Mándanos fotos al correo de la web, nos encantará ver el resultado final 😉
Me encanta el resultado, tengo un mueble igual a ese y me encantaría recuperarlo.¿ Dónde teneis el taller donde impartís los cursos?
Hola Maria Jesús. Estamos en Madrid, Calle Castilla, 60. Cuando quieras ahí tienes tu taller ;). Un saludo!
! Qué suerte haber podido renovar esa alacena ! Este otoño nos vimos obligados a cambiar todas las puertas de la cocina de 1964 que tenemos en la costa. Una pena pero con poco tiempo y estando ciertas puertas totalmente podridas, no quedó mas remedio. El ruido al abrir y cerrar es inolvidable.
Que tipo de pintura es el más recomendado para este tipo de muebles?
Hola Marta, para mi gusto el esmalte acrílico mate. Hay marcas nacionales realmente buenas. Las pinturas baratas arruinan el trabajo… esa es mi experiencia. Saludos.
Que preciosisimo ha quedado!.. tengo un cajon con aglomerado tambien hinchado.. que tipo de pasta usais para remodelar?. Gracias por el post
toda la vida he deseado tener ese mueble que mi abuela tenía en su sala con sus tacitas más preciadas. Cuando pasó el tiempo, mi madre, la mayor de las hermanas, me dijo que fue lo primero q compró con su primer sueldo.. el año pasado falleció mi abuela con 101 años y mi deseo era tener ese ansiado mueble.. no tengo dónde ponerlo y deseo restaurarlo.. seguro que una vez hecho le encuentro el sitio .. Me ha encantado ver vuestra entrada en este blog y tener por dónde orientarme.. no obstante, me gustaría saber si seguis impartiendo talleres
Muchísimas gracias por todo
Muchas gracias a ti por seguir nuestro trabajo y compartir tus vivencias sobre este mueble con nosotros. Cuando restauramos un mueble como este no solo es importante la técnica sino el valor sentimental que conlleva, Y tenemos mucho cuidado en mantener esa esencia.
me encanta éstos muebles mi madre tenía unos igual en la casa del pueblo cuando yo era chica me encantaría poder encontrar uno igual me transportar a mi niñez❤️
Gracias por tu comentario Josefa, Son muebles muy especiales, las máquinas de coser también evocan unos recuerdos muy bonitos de nuestros mayores. Un abrazo