Hoy os presentamos un óleo sobre lienzo, Los lavaderos del Manzanares, de Aureliano de Beruete y Moret. Parece que dada la gran amistad entre el autor y Sorolla, se conoce otra versión de este cuadro en el Museo Sorolla de Madrid. (a la derecha de la imagen). Corresponde a su época madura, con más fuerza, en el que lo más sobresaliente es la maestría con la que maneja la luz, los tonos cálidos y los reflejos en el agua.
Estado inicial
El lienzo mide 68 x 48 cm, presenta un barniz oxidado y pátina, resultado de su exposición a factores ambientales, lo que oscurece y altera los tadalista 20 colores originales y resta la luz al conjunto.
Además, una vez desmontado del marco, se aprecian en algunas esquinas abolsamientos en la tela por destensado del soporte, lo que se comunica para valorar su intervención.
No es necesario sentado de color ni protección de capa pictórica ya que no se aprecian pérdidas de policromía.
Desmontamos el lienzo del bastidor para eliminar abolsamientos.
Entre el bastidor de madera y la tela encontramos en los intersticios gran cantidad de polvo, suciedad e insectos. Eliminación mecánica por aspiración y brocha.
En el bastidor vemos antiguos clavos innecesarios que dañan la tela con restos de óxido. Los retiramos y desechamos. También vemos un par de apuntes a lápiz, suponemos realizado por el autor.
Y otro más en la parte izquierda del reverso.
Eliminación de abolsamientos con la ayuda de papel secante, calor y humedad controlada en las zonas afectadas. Son tres esquinas las que presentan cierta deformación.
Mientras tanto limpiamos la madera del bastidor eliminando polvo. Enceramos para nutrir la madera.
Una vez corregido en lo posible, clavamos nuevamente la tela en el bastidor limpio con la tensión adecuada.
Hacemos las catas de limpieza eligiendo distintas zonas para ver el comportamiento de cada pigmento.
Para la limpieza y después de probar distintas mezclas de menor a mayor intensidad se optó por una preparación con un porcentaje muy bajo en tensoactivo aniónico.
Algunas zonas muy pequeñas y puntuales, que se aprecian en la imagen inferior derecha (en el cielo sobre el hisopo) presentan ligeras manchas oscuras. Estas zonas se reintegraronn al final.
Por último, se aplica al conjunto dos capas de barniz a brocha.
En cuanto al marco, en principio no parece necesaria su limpieza pero al realizar una cata vemos el tono real.
Tras la limpieza protegemos con una mezcla de cera rica en carnauba para preservarlo del polvo.
Procedemos al montaje del lienzo en su marco.
Estado final
Esperamos que os haya resultado interesante la restauración de este precioso paisaje madrileño. A todo el equipo del taller, Estela Argel Gómez Soria, Gabriela Mayoral de Aguirre y Yolanda Fernández Foruny nos ha resultado deliciosa la tarea de ver cómo cobraba luz poco a poco este lienzo, propiedad del Museo Rodera Robles de Segovia. Gracias a la Fundación por confiar su restauración a este taller.
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