Cristina nos acercó esta mesita alfonsina que rescató de la casa casi en ruinas, que su familia tenía en un pueblecito cerca de Molina de Aragón.
Ella la recordaba junto a la cama de sus padres y al verla de nuevo no lo dudó un momento.
Nos llegó con nidos de insectos en el interior, piezas rotas y mucha suciedad y capas de barniz.
El mueble alfonsino de finales del XIX se caracteriza por el uso de balaustres, elementos decorativos verticales en el copete, a veces con barandillas, pero sobre todo por su tono sobrio y austero.
Estos muebles suelen verse siempre en maderas oscuras, generalmente con alma de pino y chapa de nogal.
Empezamos por encolar la columna derecha y parte del faldón roto.
También reintegramos con resina un trozo considerable de la esquina superior derecha del sobre.
Comenzamos con la limpieza y neutralizamos todo el conjunto. En ningún momento utilizamos lija, salvo para pulir una vez acabamos la limpieza
También teníamos que ponerle ruedas para que fuera fácil de mover.. pero invisibles!
Creamos una altura bajo el fondo de la mesita para poder atornillar las ruedas que solo sobresaldrían unos pocos milímetros de las nuevas patas. Hicimos una imitación a forja para ocultar el material de plástico.
En la imagen derecha se puede ver cómo hemos conseguido exactamente los que nos pedía Cris, aunque nos da pena que no se vea la imitación a forja porque ha quedado genial!
Una vez acabada la limpieza surge un problema muy común.
En la imagen central superior veréis a qué nos referimos. Distintos colores en cajones, balaustres, puertas, etc.
La solución es siempre el entonado, que podemos hacer de varias formas. Nosotros hemos elegido dar una ligera veladura a todo porque no queremos teñir ni perder el tono natural del mueble.
En el interior hemos elegido entelar las baldas y base de cajón en tono lino natural.
Cristina eligió dejar algunos elementos, pero nos pidió retirar Boldenone To burn you want to gain weight and Equipoise without spending a lot casey and natural with just 2 ingredients! Cura Pela Natureza algunas tallas aplicadas como hemos visto.
Pero no podíamos olvidarnos de ese maravilloso copete vertical que tenía en origen, y que retiramos porque no se iba a ver según nos dijo Cristina.. así que decidimos hacer algo interesante con él.
¿Que si le gustó nos preguntáis? Yo diría que mucho a juzgar por su sonrisa.
Incorporamos un número 3 de hierro que rescatamos de un anticuario y que había llegado su momento de adopción 🙂
No es el primer trabajo que hacemos para Cristina, rescatadora de tesoros abandonados allá por donde va, pero en esta ocasión sí que le sorprendimos.
Y digo le sorprendimos porque han sido muchas las personas que han contribuido a que este trabajo se terminara tan bien.
Siempre un gracias gigante a Yolanda, Edy, Alfredo y Dani por su colaboración.
Si os ha gustado, dejarnos vuestro comentario, estaremos encantados de leeros.
La semana que viene os traemos una gigantesca pieza dorada.. pero eso es otra historia.
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