La restauración de estas sillas alfonsinas ha sido todo un reto para Ana y para mi. No se trata solamente de limpiar y retapizar, no, eso sería lo que casi siempre hacemos. Ellas son únicas, como sus dueñas, Inma e Isabel, exalumnas de este taller, amigas y las mejores clientas que uno pueda soñar, de esas que te dan abrazos y te graban audios diciéndote lo maravilloso que les parece tu trabajo, eso, no tiene precio.
Pero hablemos un poco del estilo que define estas sillas alfonsinas. Se trata de un mueble sobrio, serio, austero, de líneas rectas. Respaldos altos , patas traseras tipo sable y a menudo torneadas en la parte delantera, a veces unidas en chambranas. Las tapicerías utilizan preferentemente tonos oscuros, en ocasiones cuero, sujetándose a la estructura con clavos decorativos. Suelen tener un copete decorado con elementos tallados y estructura arquitectónica, a veces con barandillas muy decoradas en el caso de los espejos.
Veamos el estado inicial que presentaban las cuatro sillas alfonsinas que nos trajeron antes de su restauracion.
Detallamos los daños por orden de importancia:
ESTRUCTURALES
- Pata delantera rota al bies en parte superior tallada.
- 2 Patas delanteras deformadas y hacia delante
- Pata trasera rota por efecto de un nudo a la altura del bastidor.
- Carcoma severa, tanto que afecta estructuralmente a las patas.
- Desencolado de varios copetes
- Bastidores con ensambles desencolados.
- Mismos bastidores abiertos por efecto de excesivos clavos en tapizado y falta de escuadras interiores.
DECORATIVOS Y DE ACABADO
- Suciedad y barniz pasmado en toda la estructura
- Tapicería desfondada con muelles oxidados
- Falta de algunos ornamentos en copete (bolas decorativas)
- Agujeros de carcoma.
- Golpes, arañazos y pequeñas faltas en la decoración.
Comenzamos por destapizar completamente para poder acceder a la estructura y los ensambles de la sillas. Conservamos los muelles y las tortas que limpiaremos y reutilizaremos con el nuevo tapizado. El paso a paso para estos y muchos otros casos de restauración podéis encontrarlos en los cuadernos online 6 y 7. Técnicas de Restauración I y II. Y en el de tapicería, cuaderno online Nº5
La mayoría de los bastidores estaban muy abiertos, astillados y muy dañados por excesivo uso de clavos. Además de encolarlos tenemos que reintegrar volumétricamente en muchos casos para poder tapizar con solidez.
En la imagen inferior vemos la rotura de la pata delantera de una de las sillas alfonsinas literalmente «como un colador». Consolidamos antes de nada para poder trabajar con ella. Afortunadamente los trozos encajan perfectamente, pero necesitan una espiga de refuerzo interior fuerte.
No es nada fácil hacer manualmente un orificio en una superficie en diagonal y que coincida exactamente con la otra mitad, pero después de muchas mediciones logramos un método para que saliera perfecto como veis en la imagen. Una vez encoladas las dos partes corregimos la desviación de la pata con la ayuda de un gato de apriete para que seque exactamente en esta posición.
La pata trasera de una de las sillas alfonsinas está rota de cuajo a la altura del bastidor. Esto ocurre por coincidir con un nudo. Para arreglarlo necesitamos inertar una pieza rectangular y además un par de escuadras metálicas de refuerzo. Las patas traseras soportan mucho más peso que las delanteras. Si comparamos la cantidad de veces que se aflojan los ensambles y respaldos traseros con los elementos delanteros ganarían los primeros 9 a 1.
Finalmente el trozo de madera faltante se rellena con una resina epoxídica y más adelante se entonará con el resto tras la limpieza.
La última de las patas delanteras estaba deformada. En la imagen derecha veréis a qué nos referimos. Esta deformación NO se puede enderezar, pero sí podemos seccionar por distintos puntos y corregir y ensamblar con una nueva espiga como eje.
De nuevo utilizamos el mismo tipo de espiga que en el caso anterior y procedemos de igual forma. En este caso al seccionar se nos ha quedado un poco corta al eliminar parte de la pata, pero lo solucionamos este problema añadiendo un tacón para que no se nos quede coja!
Luego nos ocuparemos del entonado. El resultado final se aprecia en la foto inferior, se ha corregido gran parte de la deformación aunque no toda, pero al menos se ha saneado el problema y reforzado para que dure.
Ahora vamos a ocuparnos de los copetes de las sillas alfonsinas. La mitad desencolados y con las espigas rotas. Desmontamos, eliminamos restos de cola y sustituimos los tubillones rotos o cortos por unos nuevos. Aquí la colocación de los gatos de apriete es muy importante. Demasiada tensión combaría los copetes hacia atrás, debemos asegurar el plano recto con otro gato.
Aquí vemos los copetes limpios y terminados en la silla acabada. Da gusto verlos. La veta trasera de esta pieza de nogal español luce maravillosa, ¿no os parece?
Finalizada nuestra labor estructural procedemos a la limpieza, que no lijado, de todas las sillas, tal como os hemos explicado en casos anteriores y que podéis encontrar en el cuaderno online Nº1. Quiero dar las gracias a todos los alumnos de restauración intensivo de tres días que han participado en las prácticas para la limpieza y acabado de estas sillas. Ahora podéis ver el resultado final como os explicamos en el curso.
Para el tapizado tradicional de estas sillas alfonsinas hemos partido de los muelles originales. En principio estaban oxidados pero después de un tratamiento adecuado como podéis ver arriba a la derecha, los hemos dejado como nuevos.
Una vez colocadas las cinchas y atados los muelles cubrimos con arpillera para colocar la torta.
Basteamos el trabajo hasta conseguir el volumen deseado y colocamos la guata para el tapizado definitivo. Presentamos la tela con los husones como siempre, en este caso la doble raya debe ir centrada por lo que es especialmente importante este paso.
Para la trasera debemos forrar previamente un cartón de tapizar con la forma de la trasera, centrando la raya en todo momento. Una vez colococado esto tapizamos normalmente.
Hemos realizado dos en azul y dos en azul grisáceo, las próximas serán con raya roja pero aún no están terminadas. Podemos ofreceros algunas fotos de las dos primeras ya terminadas.
Gracias a Isabel e Imma, hemos empleado mucho cariño en la restauración de estas sillas, un master de restauración según Ana! pero sus dueñas son lindas personas. Nos encanta saber que van a una casa con tantos buenos recuerdos y la verdad da gusto verlas terminadas tan bonitas.
Como siempre apreciamos todo lo que nos queráis comentar de este y todos los trabajos que publicamos, y esperamos que os haya sido entretenido este post. En breve os contaremos la restauración de un marco y su lienzo, que también finalizamos esta semana, hasta entonces os mandamos un gran abrazo desde el taller. Hasta pronto!
¡¡Quien las ha visto y quien las ve!!
Un trabajo de restauracion excelente, atendiendo a cada detalle y actualizando el mueble sin que pierda ni un ápice de su esencia.
Besos
Gracias Isabel! también ayuda que las dueñas son un encanto y nos dejan aconsejarles y poner parte de las ideas, así da gusto!