No sabemos cómo pero se nos coló en el taller de tintes y acabados de la madera el sábado pasado y se volvió la protagonista,  saltando como loca de un ejercicio a otro. Le dimos un pincel de su tamaño y ya se quedó con nosotros.

De todos los talleres, sin duda este es mi favorito. Tanto si partimos de madera de palet, basta y sin tratamiento, que habrá que preparar previamente, como si partimos de una pieza ya terminada que encontremos, hay que respetar cada paso sin prisas y trabajar la madera según vaya surgiendo cada problema , esta  es de las cosas más satisfactorias que tiene dedicarse a esto.

Si partimos de un mueble con un acabado, la limpieza es fundamental. Después de retirar herrajes, Angeles ha probado con varias mezclas hasta que ha dado con la adecuada. Habrá veces que salga con una simple mezcla de varios productos o no pero hay que intentarlo. Evitar la lija en lo posible es muy importante conservar la pátina. Siempre haremos varias catas de limpieza hasta que demos con la solución que más nos conviene según qué acabado nos encontremos.

Con la madera limpia y neutralizado el producto ya podemos empezar a teñir. Si es madera de palet como en nuestro caso, hemos suavizado la superficie con un poco de lija (si, vale, aquí sí). Tenemos muchas formas de hacer un tinte, podemos escoger si lo queremos hacer al agua, al alcohol o hacer un aceite coloreado a modo de Lasur para trabajar muebles de exterior.

Conociendo la naturaleza de cada uno es más fácil elegir qué tipo de tintes necesitamos. Si buscamos un color muy brillante y puro nos dará mejor resultado utilizar tintes o anilinas al alcohol. Basta con echar un poco y añadir alcohol. Las cantidades dependen de la intensidad de tono que queramos darle a la madera.

La mayor ventaja entre los tintes al alcohol es que secan muy rápido, y que sus colores son muy vivos, pero ninguna otra frente a los tintes al agua, más baratos, penetrantes y fáciles de aplicar porque no se evaporan tan rápidamente y nos dan mucho más tiempo de aplicación.

La base de los tintes al agua que solemos utilizar es la Nogalina, de un aspecto marrón como vemos en la imagen y que estamos acostumbrados a ver, no es más que estracto de nogal molido soluble en agua caliente que preparamos  con las cantidades que necesitemos en cuanto a intensidad de tono. Es importante añadir un chorro de limón para conservar la mezcla y que no se pudra. Aplicamos templado, nunca caliente..

Como si se tratara de un bufet libre!!  Que si pásame el cuenco de la rodamina por aquí, el azul de metileno por allá,  pruebas y más pruebas para ver cómo se comporta cada tinte si le añadimos distintos componentes, porque no solo podemos hacer tintes con anilinas, también podemos utilizar tintes universales y pigmentos para matizar el tono. A veces incluso hemos teñido con Yodo, o el líquido resultante de meter una lana de acero en vinagre durante algún tiempo.

Hemos elegido un gris humo muy bonito para nuestro panel. Es una mezcla de Nogalina con tinte universal y pigmento. Dejamos secar y pulimos, añadimos más pigmento para darle un acabado diferente y que el pigmento se introduzca bien en la fibra de la madera.

Extendemos bien con brocha y aplicamos la espátula.

Ya tenemos preparada la superficie de trabajo sobre la que haremos nuestro transfer. No la vamos a pulir para que agarre el dibujo aún mejor en la madera.

También se han sumado más espectadores que estaban por el taller.. 😀 Añadimos los elementos que faltan y acabado.

Gracias a Laura Casas por su simpatía, por estas maravillosas fotos, por volverse tan pequeñita y caber en un click.  A Angelines, Marta, Marisa, Cristina, David y Angeles. Gracias a todos los amigos que os acercasteis a compartir la mañana en este taller, como siempre es un placer recibiros en casa. Hasta pronto!

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